Por Laura Ospina, promotora de cultura celta en Bogotá
sukupolvi@hotmail.com
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Al ritmo de jigs y reels, esta agrupación de danza irlandesa se ha
trazado un camino marcado por la constancia, la fraternidad y la autocrítica.
En la voz de Nadine Faure, co-fundadora de este colectivo artístico, escucharemos
su historia.
N: “Chile es un país que destina
muy poco dinero al desarrollo de la cultura. El panorama para artistas e
intelectuales es muy triste. Los bailarines no escapan de eso. Los libros son
carísimos, hay pocas becas y están destinadas sólo a áreas que los gobiernos de
turno les interesa fomentar.”
Nadine, como licenciada en
Filosofía, lamenta el hecho de que las políticas de educación pública en Chile
no tienen continuidad, sino sólo las que tienden a la privatización.
L: “Cómo aprendiste a bailar
danza irlandesa?’’
N: “Tuve la suerte de ir a
vacacionar a la Patagonia chilena cuando tenía 12 años. Fui a cenar a un hotel
donde estaban viendo Lord of the Dance
y me pareció que era el baile más maravilloso de todos [dice entre risas], así
que una vez que volví a Santiago me puse a buscar si eso se enseñaba en Chile y
afortunadamente sí, no llevaban mucho tiempo, me parece que ahora se cumplen un
poco más de 10 años…’’
Frances Doonan, bailarina y
flautista inglesa de The Doonan Family Band, era en ese entonces profesora de
la Escuela de Danzas Internacionales de Sandra Claren. Nadine siguió tomando
clases con Sandra y luego un maestro norteamericano. En 2004, conoció a Rodrigo
Cabrera, su actual pareja de baile. Junto con él y otros amigos, decidieron
iniciar un proyecto independiente y autodidacta.
N: “Ese grupo se llamaba Berserk, nos gustaba mucho, pero
lamentablemente no prosperó y el grupo se desintegró en 2006. Ese año, conocí a
Cristian Soto quien fuera mi pareja de baile hasta el año 2009, año en el que
él se fue va a vivir a Buenos Aires. Con él hicimos Tracatatap, un dúo de danza
irlandesa fusión y nos fue muy bien. Era una mezcla de danza irlandesa, tap,
tango y jazz que funcionaba a la perfección. Incluso hoy en día nos siguen buscando.
Yo trato de explicarles que hay una cordillera entera que nos separa [añade
entre risas].Cuando él se fue para Buenos Aires,
yo volví a bailar con Rodrigo, en una propuesta de danza irlandesa tradicional
y contemporánea. Fue ahí cuando empezamos a soñar con la idea de tener un grupo.
Como ambos éramos estudiantes de la Universidad de Chile (Rodrigo estudió
fisica y matemática y yo filosofía), decidimos hacer un taller gratuito para los
estudiantes de ‘la Chile’”.
Durante el 2009, la agrupación
tuvo una formación intensiva de parte de Tilly Philbrick, bailarina
norteamericana y competidora internacional. Al año siguiente, Gaoithe nació con
el sueño de formar nuevos bailarines con un taller dirigido por ellos mismos,
donde no hubiese limitantes de ningún tipo, donde todos fueran bienvenidos.
L: Cómo fue la acogida?
N: “Cada año llega muchísima
gente. Armamos un taller básico y los mejores de ese taller pasan al nivel
intermedio.
Hay años en que llega gente con
grandes capacidades y otros años en los que no llega nadie. Estudiantes de
pedagogía, de literatura, de artes, de diseño, de psicología, de biotecnología,
de filosofía, de matemática y física se
unen alrededor de la danza irlandesa.
L: “Cuántos son este año?”
N: “En el grupo somos 10, en el
taller básico hay muchas personas más, pero son inconstantes así que yo no veo
muchas posibilidades de que puedan subir al intermedio… yo asumo que seguiremos
siendo 10. Somos muy amigos, nos queremos mucho. Hemos generado un grupo
precioso de gente que disfruta mucho lo que hace”.
Nadine tiene 23 años de edad y
baila con Rodrigo desde los 15, “él es 11 años mayor que yo, es como mi hermano
grande”, añade.
Tanto para Nadine como Rodrigo,
quererse mucho fuera del escenario es fundamental para tener buen feeling en el
momento del show. Así pues, fuera de escena, los integrantes de Gaoithe
intercambian regalos y se reúnen a cocinar, entre otras cosas.
Casi todos los integrantes ya se
graduaron de pregrado o están en proceso de salir. Rodrigo ha estudiado 3
carreras universitarias, otros están estudiando postgrados pero también hay
quienes están ahora empezando. La mayoría de los miembros tienen en promedio
23-24 años y aunque todos tienen fisionomías, alturas y contexturas muy
distintas, Nadine siente que el grupo funciona bien.
Además de Rodrigo y Nadine, el
grupo cuenta con la participación de
Lorena Alarcón, Javier Barrera, Paz Belmar, Daniela Bustos, Silvia Cantellano,
Katherine García, María Fernanda Pérez y Evelyn Soto.
L: ¿Quién les enseña?
N: “Desde que nos salimos de la
escuela de Sandra Claren, Rodrigo y yo somos autodidactas, compramos
instructivos por internet o los descargamos y pues él y yo hacemos las clases. Hemos
tomado clases con profesores, Tilly o el ESDI. Las coreografías las hacemos
todos, todo quien tenga una idea puede desarrolllarla y someterla a crítica. En
eso Lorena, una de las chicas es muy creativa”.
L: Wow que pilera!
N: ¿pilera?
L: jejeje si, pilera significa
eficiencia, creatividad, genialidad
N: jajaja nunca lo había
escuchado
L: es una colombianada jiji
N: Yo llevo siendo autodidacta
desde el 2004 y creo que me ha dado buenos resultados...hay que ser constante y
para serlo, hay que disfrutar de bailar, supongo.
L: En alguna ocasión, has contado
con el apoyo de la embajada de Irlanda en tu país?
N: No, nunca, pero es porque no
lo hemos solicitado nunca, así que sería injusto culparlos de algo. Todo bien
por ese lado.
L: ¿En qué lugares se han
presentado?
N: Nos hemos presentado en
fiestas de san patricio, en matrimonios, en ferias medievales, en festivales de
la juventud. Ahora en noviembre nos presentaremos en el cuarto encuentro celta
del Estadio Español.
L: ¿Qué expectativas tienes para
el 2013 con el grupo?
N: Nuestros planes para el futuro
son en primer lugar seguir aprendiendo y empezar a postular a algunos fondos
públicos, con la esperanza de poder financiar nuestro trabajo. Nosotros no
recibimos plata por las clases, así que la mayoría del tiempo todos los gastos
los cubrimos nosotros mismos de nuestro bolsillo. Nos gustaría tener más dinero
sin traicionar el hecho de que nuestro taller es un taller gratuito.